Larilolilo lilo lilo lilo laaaaaaa 💃💃💃
Confiesa, lo has leído cantando ¿a qué sí???? 😋
Qué gran hit el de Los Manolos...(no los zapatos sino el grupo musical). Qué oda a la verdadera amistad, a la amistad de la buena, esa a la que no le importa el tiempo ni la distancia porque se mantiene intacta y, al contrario del amor, no se gasta de tanto usarla.
Porque muchas veces un buen amigo se convierte en tu familia o incluso más...¿verdad Lola?.
Más de 800 km separan Sevilla de Zaragoza y 14 años después ahí estamos, juntas en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza...bueno esto último no que todavía no hemos salido de pobres (¡pero lo conseguiremos! ✊).
Es verdad que en muchas ocasiones los amigos son los que te llevan en volandas cuando estás pasando por momentos difíciles.
Porque no nos engañemos, la familia es nuestra sangre pero también es fuente de gran parte de nuestros conflictos emocionales.
Ya de por sí estamos condicionados por la cultura del lugar donde nos toca nacer. A eso añadimos una serie de valores, creencias y patrones de comportamiento que mamamos en nuestro entorno familiar desde antes de nacer y que dejan su impronta en nosotros.